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-Ewan estaba absorto en sus pensamientos hasta que sonó el pitido de la
cafetera.”
Con renovado enfoque, recogió las tazas listas de café negro caliente y caminó apresuradamente hacia su oficina en casa, donde él y Sandro habían pasado toda la noche trabajando e intentando encontrar una salida del pozo que Atenea y Zane habían cavado para él.
Ewan aflojó el agarre de las tazas cuando su caliente temperatura se volvió insoportable en sus nudillos.
Una vez que le entregó una taza a Sandro, su asistente inclinó la cabeza en señal de agradecimiento.
Continuó observando, apaciguado después de eso, cuando Sandro emitió un suspiro de satisfacción tras un sorbo del café.
—Todavía haces el mejor café, Ewan. Lo único injusto es que no me enseñas cómo hacerlo -le dijo Sandro.
Ewan soltó una risita suave. —No soy yo. No hay ninguna receta especial. Es solo la calidad de la máquina.
Sandro resopló y negó con la cabeza. -¿Tu nueva mentira? La última vez, mencionaste que era magia transmitida por tu linaje.
Ewan rió, el dolor en su pecho disminuyendo un poco.
Sin darle respuesta a Sandro, se sentó cerca de su amigo, entre un montón
de documentos.
Justo entonces oyó movimientos en la casa.
<<<Fiona debe haber vuelto de donde quiera que haya ido», pensó, tomando
un archivo.
Pero en realidad no le importaba saber dónde había estado. No estaba listo
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para sus berrinches esta temprana mañana. Quería resolver este asunto
primero.
Acerca de anoche, sabía que se había pasado tomando su cuello de esa
manera.”
Sin importar sus falencias, ella era una mujer, y no debería haberla manoseado. Su madre no estaría orgullosa de él ahora.
Suspiró, y tomó otro archivo, anotando en algún lugar de su mente comprarle algo bonito hoy.
Porque en algún momento de esta vida, ella había sido su salvadora, por eso es que estaba vivo hoy.
Treinta minutos después de resolver los problemas que Ewan creía que Atenea había iniciado, notó un patrón con una empresa de prensa en
particular.
-¿Qué empresa de prensa es esa? ¿Empresa de prensa KN? Nunca había oído hablar de ella -se preguntó a sí mismo.
Sandro miró el sistema, y negó con la cabeza incrédulo.
—¿Qué pasa, Sandro? ¿Los conoces? —preguntó Ewan.
-No estoy seguro, ya que no encontré mucho sobre ellos el año pasado – respondió Sandro.
Ewan frunció el ceño. -¿El año pasado?
—Sí, son la empresa que publicó el artículo sobre el hackeo en nuestra empresa entonces. Recuerda que habíamos sospechado de un espía entre nosotros y habíamos despedido a muchos, incluso sin pruebas. Aún así, nunca supimos cómo la empresa de prensa había obtenido la información; nunca descubrimos quién era su fuente -explicó Sandro.
Una pausa, donde Ewan se apoyó en la pared y fijó su mirada en los techos.
-Hice una investigación personal. Lo que descubrí fue que la empresa de
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prensa no tenía una ubicación física, solo una presencia en línea, y tienen un gran seguimiento. También descubrí que no informaban todas las noticias, excepto las candentes; verdades candentes que amenazan el colapso de empresas y gobiernos -continuó Sandro después de una breve pausa.
-No encontré ningún informe sobre sus trabajadores, antecedentes, o lo que sea. Una vez, incluso contraté hackers para irrumpir en su sistema, pero no pudieron pasar de la superficie. Se encontraron con un bloqueo de algún tipo, y una advertencia -terminó Sandro, mirando el artículo que Ewan había abierto en su portátil.
-Obviamente están detrás de esta propagación instantánea de noticias, y es la razón por la que no podemos comprar totalmente el silencio de otras empresas de prensa. Todos con los que me reuní y hablé, mencionaron convencer a la Prensa KN primero. Ahora es conocida como inamovible. El ataque del año pasado había sido de repente retirado, solo podemos esperar lo mismo ahora -concluyó Sandro.
Ewan golpeó el suelo con los puños, causando dolor en el pecho de Sandro; no estaba preparado para que su amigo recaiga en ese mecanismo de afrontamiento otra vez.
-Sandro, odio dejar mi vida al azar. Sabes que nunca he sido ese tipo de persona -dijo Ewan con firmeza.
Sandro asintió. Pero esta vez no había otra opción.
En ese mismo momento, Ewan recibió una llamada.
-Hola Suárez, ¿cuál es la novedad? Y por favor, no pierdas mi tiempo, ve al grano -dijo Ewan al responder.
Sandro se sentó derecho y señaló para que pusieran el teléfono en altavoz.
Ewan accedió.
-Lo siento señor, no le haré perder tiempo. La última actualización es que
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los hackers nos contactaron. Están pidiendo dinero para detener el asunto, limpiar los desechos y también para parar a la prensa… -Mientras hablaba, Ewan y Sandro intercambiaban miradas furtivas. Esto solo podría significar que los Medios KN estaban trabajando junto con los hackers.
¡Eso explicaría mucho!
-¿Cuánto están pidiendo? -preguntó Ewan.
Una pausa.
-Están pidiendo dos mil millones de dólares -Sandro suspiró perceptiblemente. La suma de dinero debe ser enorme.
Un denso silencio descendió en la habitación.
Lo único que se podía escuchar era la respiración pesada y profunda que venía de ambos varones en la habitación y el tercer varón al otro lado del teléfono. Duró un minuto completo.
-¿Dos mil millones de dólares? Eso causaría un daño significativo a la empresa -finalmente habló Sandro.
Ewan estaba demasiado conmocionado y enojado por el giro de los
acontecimientos.
-Se lo dije, señor Sandro, pero amenazaron con hackear nuestra unidad de almacenamiento si no cumplimos -Suarez estuvo de acuerdo.
-¿Pueden transferirme la llamada? ¿Puedo hablar con ellos? -Ewan inhaló bruscamente. Las cosas iban de mal en peor. La única manera de cambiar las tornas era convencer a los hackers.
-Espere, señor -respondió Suarez.
Un revuelo de red y de pies.
-Aquí señor, está conectado —le informó.
Ewan apretó los labios y centró su mente. Estaba hablando con sus
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atacantes.
-Hola, soy Ewan Giacometti, CEO de la compañía Giacometti. ¿Puede decirme su nombre y por qué está atacando a mi empresa? -Sin embargo, no recibió respuesta, solo estática.
Ewan miró a Sandro. Su asistente y amigo encogió los hombros.
-¿Fueron contratados por Athena Caddell y Zane Patterson? -intentó de nuevo, pero el silencio le respondió otra vez.
Ahora Ewan estaba enojado. —¡Por qué aceptaron la transferencia de la llamada si no van a hablar! —La estática continuó.
Decidió esperar. No tuvo que esperar mucho.
-Usted es un hombre malo, y pagará por sus crímenes -escuchó algunos forcejeos de fondo, incluso maldiciones, antes de que la línea se cortara.
Pero eso no fue lo que dejó a Ewan helado.
Lo que lo dejó inmóvil durante un minuto fue la voz que había escuchado.
Era la voz de un niño.
¿Era esa una táctica del hacker para desarmarlo?
-Ewan, creo que deberías llamar al padre de Zane. Escuchemos lo que tiene que decir. Esta gente está empeñada en jugar con nosotros -le sugirió
Sandro.
Ewan asintió sobriamente ante el consejo de Sandro. Todavía estaba preocupado por la voz que era familiar, sin embargo, su mente estaba demasiado llena para recordar dónde la había escuchado.
Sin embargo, agarró su teléfono y llamó a un número.
-El padre de Zane contestó de inmediato -Justo quería llamarte ahora, Ewan. ¡Ven a mi casa tan pronto como sea posible!
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